EL MILAGRO DE VIVIR TU PRESENTE
Siempre creí que en la vida existía una fuerza mágica que tenía la capacidad de transformar todo.
Esta idea tan pura y hermosa, dejó de tener poder en mí, porque los propias dificultades del camino me llevaron a la decepción, la frustración, el desencanto...
Observaba como las personas de mi alrededor eran muy racionales y se dejaban guiar por la lógica.
Aquí comenzaron todas mis preguntas:
¿Y si todo lo que yo había creído en mi vida eran solo fantasías mías?
¿Y si la vida solo era esto y nada más?
¿Y si debía de dejar mis sueños a un lado y volverme también racional?
Intenté adaptarme a este mundo tan racional, para dejar de lado toda esa realidad mágica que yo siempre creí.
Y un buen día... la vida me dió una bofetada que me hizo despertar. Me puso delante de mí, la circunstancia más desgarradora que hasta ese momento me había tocado vivir: la muerte de mi hermana pequeña.
Ahí pude comprobar como la realidad racional era fría, inhóspita, oscura, dolorosa...
¿Era esto la vida?
En mi gran desafío descubrí que la vida era mucho más y, justo, ese algo más se encontraba en una realidad sutil.
En esa realidad en la que yo siempre había creído.
Las respuestas que me consolaban provenían de ese otro lado, en el que yo había dejado de enfocarme.
Así pues, me abrí a descubrir mucho más y entendí algo...
Que EL MILAGRO se encontraba en VIVIR MI PRESENTE.
Me llené de las cosas pequeñas de la vida.
Hallé la felicidad en mi presente, incluso, con el gran desafío que la vida me había puesto.
Pero entendí que ese desafío, quitó el velo de la realidad que estaba viviendo, para mostrarme una realidad transformadora e inspiradora.
Quiero decirte que tus desafíos te ofrecen, oportunidades de sacar grandes enseñanzas que a la larga te ayudan a vivir mejor.
Así me sucedió a mí.
En mi desafío, olvidé lo que era sentirse bien.
Estuve meses con un dolor permanente en mi corazón, creí que nunca más volvería a ser feliz, que ya todo se acabaría en mi vida.
Después de transitar esa oscuridad, todo tiene un límite y todo llega a su fín.
Mi oscuridad llegó a su fín.
¿Por qué? ¿Qué hice?
Simplemente no poner resistencia a lo que me estaba pasando.
Dejé que pasase lo que tenía que pasar.
Al no poner resistencias, contribuí a que todo fluyese del mejor modo.
Y, mágicamente, mi corazón volvió a sonreír.
Aprendí a ver la vida con otros ojos.
Empecé a maravillarme por todo, a ver la luz en todo.
La sensación que tuve es la de volver a nacer.
Estaba viviendo mi realidad desde otro prisma, desde otra visión, desde otra mirada.
¿Qué te está pasando en este momento de tu vida?
¿Has perdido las ganas de seguir viviendo?
¿Has perdido el rumbo, el sentido?
Estás en el lugar adecuado, porque yo sentí lo mismo y puedo imaginar como te sientes.
Quiero compartir contigo toda la información que yo descubrí en mi tránsito por la oscuridad, para que tú también tengas las herramientas para salir adelante.
Si yo lo hice, tú también lo puedes hacer.
¿Quieres compartir conmigo este viaje?
De antemano, gracias infinitas por estar aquí, por leerme y por decidir lo que tu corazón te dicte.
ESTOY ENCANTADA DE SERVIRTE