ESCUCHO LAS SEÑALES QUE SIENTO
POR PILAR GÓMEZ SUÁREZ
01/02/2021

ESCUCHO LAS SEÑALES QUE SIENTO…
“El corazón tiene razones que la razón no entiende.”
Jacques Benigne Bossuel
¡Qué bonito sentir desde el corazón!
¡Qué maravilloso entender cada sensación que te transmite la vida!
No siempre tenemos la claridad para tomar decisiones acertadas, porque obviamos las señales del corazón y nos dejamos llevar por la razón.
¿Alguna vez has tenido una sensación con alguien y te lo has callado sin darle importancia?
¿Cada vez que algo no te cuadra de las personas más allegadas a ti, te callas y actúas como si no pasase nada?
Todas estas sensaciones son señales de tu corazón.
El corazón reconoce los verdaderos sentimientos y cuando algo falla es capaz de detectarlo.
Sin embargo, la razón tiene un diálogo interior paralelo a nuestro corazón que te dice:
“Son ideas absurdas tuyas”
“Siempre sacas las cosas de quicio”
“Si todo parece que va bien, no tengo pruebas de que vaya nada mal”
“Es que eres muy especial”
“Eres muy susceptible”
“Siempre sacas algo”
Cada vez que tu corazón te envíe una señal de cualquier tipo, párate y analiza lo que está pasando, porque nuestros sentidos nos pueden engañar.
No dejes pasar lo que tu corazón siente y comunícate para discernir lo que está pasando.
Hablar claro y desde la sinceridad es una prueba de amor, significa que la persona te importa y que por ese motivo no quieres dejar pasar algo que has sentido.
¿Cuántas veces has sufrido decepciones y has sentido que ya nunca más confiarás en nadie?
Las creencias correctas nos ayudan a colocar todas nuestras ideas coherentemente.
La decepción es algo que sale de nuestro interior, las personas no nos decepcionan, somos nosotros los que nos decepcionamos porque ponemos nuestras expectativas en la otra persona.
Si colgamos a la otra persona algo que no es suyo que es nuestro, si nos damos cuenta es injusto.
Ante una decepción, habla, comunícale a la persona lo que sientes, si las dos personas tenéis un nivel de conciencia elevado, podréis hablar de ello con sinceridad y llegar a encontrar un sentido.
Los conflictos los creamos las personas por no saber comunicarnos.
Cuando las cosas salen como no esperamos en vez de responsabilizarnos de lo que está ocurriendo, puede que prefiramos enfocarnos en lo que la otra persona no ha hecho para que todo fuera bien.
¿Ves donde trato de llegar?
La comunicación permite ver la luz, sin embargo, si nos sentimos heridos y no vemos mucho más, nos cegamos y nos cerramos, llegando a imposibilitar acuerdos.
La próxima vez que tengas frente a ti un conflicto, párate, reflexiona, no pongas resistencia y ábrete a comunicarte para llegar a una conciliación.
Si una de las personas no quiere comunicarse, respétala, acéptala, envíala compasión y vete a vivir tu vida.
Tú no tienes que hacer nada para que esa persona se desenfade, tú tienes que encontrar tu paz y la otra persona tendrá que buscar su paz.
Siempre, siempre el corazón te envía señales que te van dirigiendo.
¡Escúchalas!
¡Comunícate!
¡No temas dejar una relación por hablar claro!
¡Habla siempre claro!
¡Vive la vida desde tu corazón!
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